jueves, 26 de febrero de 2009

Inacabado

Observas, y en tu mirada no cabe nada más
sólo el tiempo que envejece a su propio ritmo
En el oscuro silencio que me adormece
tus palabras se pierden, secas, huecas...
sólo acarician mi piel, en un eco dulce
Los significados desaparecen, olvidados al fin
arrancados de raíz, viejas herramientas inútiles
herrumbre apilada, senderos de polvo que acaricio
como un hombre ciego, dulce e intenso
¿es posible que en ti descubra que no importa no ser?



En la absurda inmovilidad del cuerpo vencido

me pierdo en tristes callejones

Amanece sobre tu cuerpo olvidado ya el sueño

Tu carne descubre mis deseos al fin

con su voces desnudas,

quebradas de alientos antiguos