lunes, 27 de agosto de 2007

Lacrimae


La niebla condensa gotas de humedad sobre mi rostro.... ¿cómo las distinguiré de mis lágrimas?
tal vez las lágrimas tengan el dulzor de mi sangre, llenas de pequeños átomos de mi cuerpo, fragmentos de todo el dolor que recorre mis venas, de todos los momentos de placer... lágrimas impregnadas de visiones, de recuerdos que se disuelven dentro de mí, viajando lentamente por mi rostro...
la neblinosa humedad adquiere una dimensión de frialdad al acariciar mi piel, acompaña en paralelo a cualquier lágrima que surge inesperada.
No soy más que un hombre en la niebla, como muchos otros, como tantos que lloran en esta sucia ciudad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Has estado en mis peores lágrimas.
gracias por ello...