viernes, 11 de diciembre de 2009

Carne


Brillante superficie, mano que se pierde en la soledad purpura,

observo atentamente mi destino,

el tiempo no espera a que tú y yo

desnudemos de nuevo nuestros cuerpos al frío.

Los besos cargados de herrumbre se pierden sin fin,

las caricias se aplastan en nuestra piel

penetrando su esencia.

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