domingo, 18 de octubre de 2009

Soledad (I)


Hubo un tiempo para ti y para mi. En algún lugar de mi pasado, en algún momento de mi vida, estábamos los dos. Había más gente, estábamos rodeados, llenos de nosotros mismos. Pero ahora, mirando a mi alrededor no veo más que soledad. Hoy no es como ayer...

En el vacío de los días la bruma de la soledad impregna mi piel, como una fina lluvia que al final va calando hasta los huesos, que enfría mi piel de un modo que ya jamás podré desprenderme de esa sensación... soledad húmeda, brumosa, pegajosa... inevitable. Pero aún así sigo rodeado de gente, de amigos, de personas que le hablan a quién creen que soy, a aquel que un día se desprendió de si mismo como si fuera un vestido sucio, gastado, inútil ya...

1 comentario:

Antonio Garrigós dijo...

El ayer y el hoy son diferentes parte del pasado, hoy es el futuro del ayer, todos interaccionan como una red en la que estamos inmersos.

Solo existe el pasado, pues el ahora antes de percivirlo ya forma parte de mismo.

Debemos ser felices; un viaje, una canción, una película,.., todo es motivo de felicidad.

El texto es muy completo y nos hace pensar muchas cosas, es agradable leerlo, pero solo para eso, seamos positivos y aunque el futuro no exista por no haberse formado, creemoslo con nuevas metas positivas.

El vacio es una infinitésima parte de la totalidad.

Saludos.