domingo, 24 de enero de 2010

Una fina lluvia...

desganada, triste cae sobre este domingo que se acaba. El autobus los lleva a casa, los acerca a su gato, su perro o sencillamente su soledad de siempre. Tal vez sus nietos no pudieran estar hoy con ellos, tal vez no tengan familia, no lo sé, sólo los veo un instante a través de la ventana del autobus, no más, el semáforo se pone de nuevo en verde y ellos se van... nadie los espera, nadie los ha acompañado. O tal vez sí, a veces creemos que esta estrecha ventana a través de la que vemos la vida nos muestra toda la realidad, nos muestra cómo son las cosas... y no, no es así, no hacemos más que inventar, fantasear, imaginar vidas que no existen, vidas en las que nosotros, en algún momento, podríamos haber acabado. No es más que eso, esa estrecha ventana de fantasía.

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